Turismo depredador
Contextualización
El turismo en México genera el ocho por ciento del PIB, es
decir, se trata de una actividad económicamente muy importante. Esto ha
propiciado que el sector turístico de México esté orientado a la creación de
desarrollos sin planeación, con metas a corto plazo y establecidas sólo para
atraer la inversión extranjera, sin importar las consecuencias sobre el
ambiente y sobre la gente. Con un turismo de masas creciendo a ritmo tan
acelerado, la depredación del capital natural de los ecosistemas está acabando
con el valor de la zonas y, por lo tanto, con la riqueza y bienestar de las
comunidades.
Los impactos negativos sobre el ambiente, provocados por los
desarrollos turísticos que no toman en consideración la variable ambiental son
muy graves y dejan altos costos económicos y sociales: falta de infraestructura
básica, asentamientos irregulares, falta de redes de drenaje y alcantarillado,
plantas de tratamiento de aguas residuales inexistentes o ineficientes, basureros
municipales fuera de la legislación, degradación y destrucción de ecosistemas
fundamentales -como los manglares en las zonas costeras-, alteración y
desaparición del paisaje, entre muchos otros. Esto ocurre porque el marco
regulatorio del turismo en México es débil y a empresarios y gobiernos les
importa poco. Es urgente reforzar el marco jurídico que rige al turismo en
México para que esta industria pueda generar recursos económicos al país sin
pasarle una alta factura a las futuras generaciones.
El turismo depredador se da, principalmente, en las costas.
La franja marina más rica, productiva y diversa es la más cercana a la costa.
Esta riqueza ha sido aprovechada por el ser humano desde tiempos inmemoriales
para su subsistencia. Pero el mal uso hoy amenaza estas zonas.
En México, los más de 11 mil kilómetros de costas acogen a
casi un tercio de la población del país, a lo que hay que añadir los miles de
turistas que visitan los destinos de playa cada año. Esto provoca una fuerte
presión sobre los ecosistemas costeros, generando problemas de perdida de
hábitat y contaminación.
La ocupación física del litoral se ha resuelto con la
urbanización masiva y descontrolada de la franja costera a la que hay que sumar
la alarmante proliferación de hoteles e instalaciones portuarias, lo que ha
desdibujado las costas y ha alterado irreversiblemente la dinámica litoral.
Delimitación
-
Urbanización masiva
-
Infraestructura mal hecha
-
Falta de drenaje y alcantarillado
-
Asentamientos irregulares
No hay comentarios:
Publicar un comentario